La iniciativa, que cuenta con una subvención municipal de 1.600 euros, contribuye al mantenimiento de oficios artesanales en riesgo de desaparición
Ante la inminencia de la próxima Semana Santa, la actividad en el ámbito de las hermandades y cofradías se incrementa de manera notable a lo largo del tiempo de Cuaresma. Es el caso del Taller de Bordado de la Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad, la corporación del Sábado Santo monturqueño que a lo largo de los últimos tres años viene desarrollando un Taller de Bordado que cuenta con la financiación del Ayuntamiento de Monturque. En concreto, la iniciativa recibe una subvención municipal de 1.635 euros con cargo al programa de Ayudas a Colectivos Locales dotado con más de 40.000 euros “destinados a apoyar la intensa y variada actividad que llevan a cabo las asociaciones, clubes y hermandades que componen el rico tejido social de Monturque”, ha indicado la alcaldesa, Teresa Romero, que junto al concejal de Cultura, Juventud y Deportes, Antonio Castro, ha realizado una visita a las instalaciones donde la Hermandad imparte este taller ubicadas en el Centro Cívico.
“Una financiación muy importante que demuestra el fuerte respaldo de este equipo de Gobierno al ámbito asociativo local”, ha subrayado la primera edil, recordando algunas de las citas que reciben aportación económica municipal para su celebración “como la Verbena del Santo Cristo de la Vera Cruz, las escuelas deportivas de los clubes Raúlnning (atletismo) y CD Monturk (fútbol), o la Romería de San Isidro que tiene lugar en el mes de mayo”.
En este sentido, Teresa Romero ha puesto de manifiesto “el gran trabajo que desarrolla tanto la junta directiva de la Hermandad como las mujeres que están participando en el taller”, a quienes ha felicitado “porque con su tiempo, su dedicación y talento están contribuyendo a recuperar esos trabajos artesanales que hoy día se encuentran casi perdidos, y por otro lado, a engrandecer el patrimonio de la Cofradía y de la Semana Santa de Monturque”.
Por su parte, el hermano mayor, Jaime Díaz, ha agradecido al Consistorio la ayuda que presta para poder materializar este proyecto que se inició antes de la pandemia y que, tras el parón de dos años que provocó la emergencia sanitaria por la COVID-19, ha regresado con el objetivo de formar a una decena de mujeres de la localidad en el arte del bordado en aplicación y oro fino. “Contamos con un monitor profesional que periódicamente dirige el trabajo y explica las técnicas a seguir para elaborar balconeras con el anagrama de ‘María’ que, en un principio iban a ser para cada una de las participantes pero, por decisión de ellas, finalmente serán donadas al patrimonio de la Hermandad”, ha explicado el máximo responsable de la corporación cofradiera.